No me he vuelto loco, aunque considerando la posibilidad de amar a mi sirena puede que me haga parecerlo, en primer lugar porque las personas cuerdas no conocen a las sirenas y se empeñan en negarlas, en segundo por que está el problema del sexo. No soy marino y nunca lo he sido, sólo que el día en que no tapé mis oídos me cantó sin previó aviso mientras yo contaba cada una de sus escamas doradas, terminé embrujado y la llevé a mi cama, no pude evitarlo. Voy a amar a mi sirena, sin duda. Voy a convertirme en pez, lo he decidido.
¿Quién era yo antes de olvidar quien soy ahora?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

- Koko
- El espacio, Velkrón
- Anárquicoutópiconihilistadispersomistiscifilosóficomalabaricuentista... a veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario