Gregorio Kafka y Franz Samsa conversaban hacía un rato:
-Me haré pasar por ti, me volveré judio, seré atribulado y angustioso, escribiré un libro sobre algún pobre tipo, pero tú tienes que hacer lo mismo por mi.
-Lo de tu familia está bien, pero ¿estás seguro de que no es muy difícil eso de vender seguros?
-¡No hombre, que va!
-Está bien, acepto, ¡pero no permanentemente! Sólo por un tiempo.
Así lo hicieron, durmieron por una noche, y al despertar, Gregorio se descubrió engañado por su alterego.
¿Quién era yo antes de olvidar quien soy ahora?
14.11.10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
- Koko
- El espacio, Velkrón
- Anárquicoutópiconihilistadispersomistiscifilosóficomalabaricuentista... a veces.
No hay comentarios:
Publicar un comentario