¿Quién era yo antes de olvidar quien soy ahora?
5.10.08
Anarquismo y Utopía.
Las concepciones que se tienen de Anarquía y Utopía suelen ser términos un tanto ambiguos vistos desde distintas perspectivas, que hasta podrían parecer contradictorios, pero no es así. Yo no concibo a la Anarquía como una praxis social con tendencias nihilistas ni caóticas, las cuales generalmente suelen asociársele. No concibo a la anarquía como un medio sino como fin.
Me ajusto más al significado llano de la etimología y no como partidario de una corriente política. Es decir, creo en el Anarquismo como una finalidad última de la naturaleza humana. Filosóficamente hablando somos seres que nacemos siendo anárquicos, no gobernados (aunque si gobernábles), con la potencialidad de ser libres. Todo gobierno implica una imposición supuestamente convencional, aunque en la realidad sabemos que esas imposiciones dejan de ser cada vez menos convencionales y sí más autoritarias y oligárquicas.
La existencia de un gobierno implica también la de leyes, códigos, normas, reglas y demás imposiciones del tipo jurídico o moral. El gobierno es una manera de regular las deficiencias del hombre ante la capacidad de ser libres. Algo así como que ante la falta de capacidad de desarrollar una verdadera libertad, las sociedades de hombres necesitan de esas leyes para gobernar lo ingobernable por si mismo, es decir, el hombre por el mismo. Solamente el hombre gobernable por si mismo es un hombre libre, es un hombre anárquico y el gobierno ya no es gobierno, es libertad. Pero no somos anárquicos porque aún somos víctimas de otros tipos de gobiernos; nos gobierna la ignorancia, nos gobierna la comodidad, nos gobierna la indiferencia, nos gobierna el egoísmo, la vanidad, la apatía y un montón de cosas más, y precisamente por todo esto es mucho más cómodo para la mayoría que alguien más (un estado o una doctrina religiosa) decida por nosotros las maneras en que es correcto obrar, sentir y pensar, que enfrentarnos directamente sin gobiernos políticos de ningún tipo, a nuestras propias realidades tanto individuales como colectivas. En ese sentido creo que la anarquía tanto individual como política solamente será un efecto, una cualidad verdadera de los seres y las sociedades en el momento en que hayamos alcanzado un alto grado de conciencia y libertad humana y por tanto hayamos adquirido una verdadera humanización, lo cual por cierto para muchos es utópico, je.
La utopía generalmente se concibe como sinónimo de imposibilidad y no porque la utopía en si misma no sea posible, es decir, en la teoría, sino porque se basa bajo el supuesto de que las condiciones humanas necesarias para esta se posibilite jamás podrán darse, (las mismas que posibilitan la verdadera libertad y potencialidad humana)
En cierto sentido la utopía sería sólo una ilusión social basada en la falta de fe en la humanidad, en los hombres. Creer que los demás hombres no son capaces de ser verdaderos hombres que puedan dar lugar a verdaderas sociedades (esto es vivir realmente en sociedad y no en tumulto o hacinados) es creer que uno mismo no puede ni tiene la capacidad lograrlo también. Yo no veo a la utopía como una cúspide de la evolución y el orden social, sino más bien como simplemente un grado más alto de ellos, y por tanto considerados imposibles para las sociedades del presente dado el grado tan decadente de las actuales sociedades que los consideran utópicos.
Tampoco veo la utopía como algo imposible e irrealizable, sino más bien como algo que en nuestro contexto histórico y posmoderno, ja, aún sigue siendo visto como irrealizable. Yo sí tengo fe en la humanidad porque yo soy humano y tengo fe en mi mismo, tengo fe en ser capaz de ser verdaderamente libre, fe en mi capacidad de desarrollar todas mis potencialidades de ser humano, fe en tener la valentía de llegar a ser un ser verdaderamente conciente, y es que después de todo y citando una frase de alguien más; “Antes que nada, lo que hace falta es una revolución de conciencias”
La utopía es como la paradoja del gato de Schrödinger dentro de la caja, no está vivo ni muerto, o está en los dos estados simultáneamente y todo depende del observador que vaya abrir la caja, yo en lo personal espero abrir la caja para encontrarlo vivo, y aunque estamos ante una realidad que más bien parece apocalíptica, aún falta para decir que la caja se ha abierto por fin. Además mi concepción del universo es uno de posibilidades infinitas y de ningún modo reducidas, el poder que tenemos que desarrollar como seres es ese, el de transfigurar posibilidades traspasar realidades, realizar utopías y vivir anárquicamente sin ser seres inmaduros que tengan que necesitar gobiernos y leyes para convivir armónicamente.
Tal vez nunca se logré, pero no es imposible, sí se puede en la teoría es también trasladable a la práctica. También sé que mientras yo viva no veré nunca una sociedad utópica, pero sé que soy capaz de desarrollar ideas, posturas, convicciones y modos de actuar que enriquezcan esa posibilidad en un futuro muy, pero muy lejano, si es que no nos jodemos antes, ja.
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- Koko
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- Anárquicoutópiconihilistadispersomistiscifilosóficomalabaricuentista... a veces.




1 comentario:
El anarquismo es utópico per se, uno simplemente es anarquista a secas.
Yo creo en el socialismo libertario y en que existe esperanza de cambiar las cosas, sin embargo, no considero que la meta sea alcanzar un nivel cabrón de consciencia, sino construir un modelo de sociedad democrático donde todos entremos.
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