Medusa fue al rio.
Medusa quiso tomar agua.
Medusa se inclinó en el borde.
Medusa vió su reflejo en el agua y se enamoró de sus hermosas serpientes.
Entonces Narciso que la espiaba oculto, despacito despacito,
se fué petrificando de la envidia
mientras ella se convertía en flor.
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