No existe nada

entre los peces del mar que guardas en tu alma
y los colibrís que habitan mis ojos cuando sueño
no hay leves suspiros ni pequeños juegos
no existe nada ya en la calma de este cielo;
las nubes, las aves, se escapa la luna
se desvanecen estrellas, no hay oscuridad
tampoco un sol que brilla, ya no hay lluvia alguna
ni arcoiris que se forme y sirva de puente
entre el maravilloso mundo que tú habitas
y el fantástico universo que yo invento
porque entre el todo que tú eres
y el todo que yo soy
nada ya existe.